Se trata de una versión más ligera y rápida del juego, en la que los jugadores usan sus cartas de edificios como fábricas, edificios singulares con poderes especiales, o monedas para pagar el resto de edificios. Al igual que en Puerto Rico, los jugadores eligen en su turno qué papel quieren desempeñar durante ese turno, y gozan de ventajas para sus acciones durante ese turno.